Gómez: «El nuevo consejero representa el sector más radical del PP»

SANIDAD. Es momento de campaña. A un año y medio de los comicios regionales en Madrid, la paralización de la privatización de la sanidad por parte del TSJM ha dado el pistoletazo de salida a la campaña. En la sede del PSM de Callao afilan los cuchillos mientras que con sus mejores galas recogen las medallas de la llamada Marea Blanca. Y eso, con el cadáver del consejero Javier Fernández-Lasquetty aun sin templar.
“Si los ciudadanos deciden que haya un cambio de gobierno en la Comunidad de Madrid, la primera medida que tomará el próximo gobierno será blindar el sistema sanitario para que nunca más nadie pueda volver a poner en riesgo algo tan importante para la vida de la gente». Así de contundente se mostraba el líder socialista Tomás Gómez en una poco improvisada concentración de los diputados de la oposición en las puertas de la Asamblea de Madrid. Una acto que coincidía con los gritos de júbilo de gran parte del personal sanitario ante los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid.
Para Gómez, la paralización de la privatización en Madrid es un claro precedente para el resto de España y evita que «otros territorios puedan emprender el mismo camino».
Un nuevo enemigo a tumbar
Los diputados socialistas, que no podían evitar sus caras de júbilo y satisfacción tanto por la dimisión del consejero Laquetty como por la decisión del presidente regional Ignacio González de paralizar el proceso de privatización, aseguraban en su concentración que aun hay más objetivos por cumplir: terminar con el copago sanitario y tomar las medidas al nuevo consejero de Sanidad, Javier Rodríguez. «El nuevo consejero representa al sector más radical y más duro de lo interno del PP con lo cual es un nombramiento que poca sorpresas va a deparar», sentenciaba Gómez.