Denunciemos el racismo y los crímenes de odio

Carolina Nve Díaz San Francisco
Mame Mbaye Ndiaye falleció en Lavapiés en la tarde del pasado jueves tras sufrir un infarto y caer en la calle como consecuencia de la persecución de una operación policial española contra los manteros, o vendedores ambulantes ilegales.
Mame Mbaye Ndiaye, de origen senegalés, y con más de diez años en España, había tratado de estabilizar su residencia sin éxito. ¿Por qué tantos fallidos encontrados frente a los poderes públicos y las políticas del Reglamento de Desarrollo? Mame Mbaye Ndiaye era un luchador, creía en los derechos humanos, la igualdad, la justicia, y clamaba que sobrevivir no es un delito.
¿Qué pasa, que no vamos a poder vivir en este mundo nuestro, de todas y de todos, por temor a que nos peguen un tiro a la primera de cambio en nuestro barrio, nos apuñalen en el metro, o nos persigan hasta la muerte porque se nos niega la residencia e intentamos sobrevivir?
El viernes pasado, el Sindicato de Manteros y Lateros de Madrid, concejalías de partidos, organizaciones civiles, y un mosaico multicultural convocó una concentración en la plaza de Nelsón Maldena en memoria del mantero fallecido. Se ha declarado que el fallecimiento de Mame Mbaye Ndiaye es consecuencia del racismo institucional asesino en España.
Se pone en evidencia una ley de extranjería racista. No se respetan los derechos a la integración para aquellas y aquellos que necesitan acogida y estancia. No se reconoce, como el Reglamento de Desarrollo y el Real Decreto proclaman, el derecho a la documentación, que es también un deber, y el derecho a la inscripción en el padrón municipal a todas y todos los extranjeros y extranjeras independientemente de su situación administrativa.
Los crímenes de odio incrementan en España. El caso de Mame Mbaye Ndiaye no es suceso aislado. Se registran cifras de las agresiones anuales que se denuncian. Hay más crimines cometidos que permanecen invisibles. Se anuncian muertes y asesinatos. Poco ha cambiado la situación para nosotras y nosotros, las negras y los negros desde que dejé el país a finales de los noventa. Me marché porque no pude crecer ni vivir como mujer negra española, y ya veo que el odio y sus crímenes continúan.
Los crímenes de odio están motivados por racismo, xenofobia, antisemitismo, sexismo, prejuicios contra ideologías, homofobia, transfobia, miedo, temor, ignorancia, y creencias de supremacía y poder absolutos. Se cuentan casos de asesinatos fascistas perpetuados por grupos de extrema derecha, ultras y neonazis. Se perciben ambientes sociales y actitudes de rechazo, y se acumulan aversiones hacia la inmigración, vandalismos, incidentes y agresiones, y páginas web xenófobas y de intolerancia.
Todas y todos podemos ser víctimas de los crímenes de odio.
¿Qué podemos hacer ahora?
Establezcamos nuestra propia autoconfianza. Todas y todos somos capaces de participar en toda política, y en el cambio social hacia la integración, la seguridad, y la protección de todas y todos sin excepción. Podemos luchar contra el desamparo que existe frente al racismo y los crímenes de odio.
Denunciemos. No nos callemos. No permanezcamos indiferentes ante los delitos de odio. Sin miedo, denunciemos, lo antes posible.
Exijamos. No nos olvidemos de nuestras hermanas asesinadas, de nuestros hermanos asesinados. Pronunciemos sus nombres. Conmemoremos sus vidas y sus muertes. Ellas y ellos están presentes. Nos apoyan.
Informémonos. Eduquémonos. Sepamos cómo podemos denunciar. Movilicémonos. Preguntemos, hablemos, e iniciemos comunicación, conversación, y discusión abierta dentro y fuera de nuestros ámbitos sobre la negritud, pieles negras, africanidad, españolas y españoles negros, diversidad, problemas, retos, inmigración, respeto, solidaridad.
Unámonos a otras y a otros, a grupos de apoyo, sindicatos, partidos, organizaciones civiles y organizaciones no-gubernamentales que apoyan la causa del respeto ante todo. Existen sectores sociales con estrategias y movimientos fuertes que asesoran y responden al racismo y a los crímenes del odio, y que exigen al gobierno estatal que impulse una Ley Integral contra los Delitos de Odio.
Conozcamos las leyes y los sistemas que regulan nuestras vidas. Recordad, todas y todos podemos ser partícipes en toda política. Busquemos respuestas a: ¿Cuáles son nuestros derechos? ¿Cómo se protegen a las comunidades vulnerables? ¿Por qué los sistemas de protección y seguridad nos fallan?
¿Cómo, y ante qué instituciones podemos denunciar un crimen o delito de odio? ¿Qué son los delitos de odio según la legislación española? ¿Cómo podemos formar parte de los programas de inclusión y de apoyo para las víctimas, por ejemplo, de las leyes de extranjería racistas?
¿Qué medidas se pueden implementar para la prevención del racismo y los crímenes del odio? ¿De qué forma nuestros gobiernos autonómicos y municipales nos protegen y nos apoyan en nuestras luchas? ¿Cuáles son los protocolos de protección y respeto en nuestros municipios? ¿Cómo podemos establecer observatorios del racismo y la intolerancia, y promover planes de convivencia?